Todo cristiano aspira diligentemente a compartir la palabra de Dios, para dar por gracia lo que por gracia recibió.
Si la vocación para realizar la meta de comunicar las Buenas Nuevas es a través de la palabra hablada, hay que cuidar y aprender a manejar aspectos fisiológicos como nuestro aparato de reproducción de la voz, ya que ella será el canal por donde se manifestará la intercomunicación.
La Fonética es la rama de la lingüística que estudia la producción, naturaleza física y percepción de los sonidos de una lengua.
El aparato fonador. Cualquier palabra o frase que emitimos, es producto de una serie de movimientos en los que intervienen varios órganos, que actúan regidos por el cerebro y que constituyen el aparato fonador.
Estos son:
1. Los órganos de la respiración: los pulmones, los bronquios, la tráquea y el diafragma que es un tejido musculoso que cuando inhalamos se contrae y el espacio disponible en la cavidad torácica se agranda. Es necesario cuidarlos y preservarlos para tener una articulación y modulación adecuada al hablar.
La mayoría de los trastornos del habla se deben a problemas con la respiración. Se nos olvida que para poder sobrevivir cada célula del organismo necesita oxígeno.
A. Inhalamos por la boca en lugar de por la nariz.
B. Exhalamos por la nariz en lugar de por la boca.
C. No usamos la respiración diafragmática o abdominal al hablar, sino, la respiración torácica, que proporciona menos aire a los pulmones y hace más difícil el trabajo de las cuerdas vocales y la garganta.
Cuando nacemos y somos bebes respiramos adecuadamente utilizando el diafragma. Sin embargo a medida que crecemos se nos olvida.
D. No respiramos al comer, razon por la que muchas personas sufren ataques o se atragantan.
2. La glotis: es un orificio situado en la parte media-superior de la laringe, de tamaño variable y estrecho, el cual se encuentra delimitado por las cuerdas vocales.
Es una estructura esencial para la formación del habla humana. La glotis es el verdadero órgano de fonación humano.
La glotis produce el sonido mediante la vibración de las cuerdas vocales cuando el aire es forzado a través de la rima glótica.
Además envia los alimentos hacia abajo por el esófago, y evita que estos y los líquidos pasen a los pulmones.
3. La cavidad bucal y las fosas nasales. Son resonadores amplificadores. Es importante higienizarlos y preservarlos porque son órganos productores y conductores de la voz.
4. Los labios. Estudiando en el alfabeto las letras bilabiales como p, b, m, deducimos que una persona con labio rígido, leporino, hendido, con carencia de uno o ambos de ellos, pronuncian con mucha dificultad palabras conformadas con esas dos consonantes.
5. Los dientes. Las palabras que se conforman con consonantes interdentales (z y c) y con fonemas dentales (t y d) son difíciles de pronunciar por personas carentes de dientes delanteros. De ello deriva la necesidad de conservar la dentadura sana para lograr una mejor dicción.
6. La lengua. Es un órgano muscular movible, situado en la cavidad de la boca, sus funciones principales son gustar, ayudar a masticar, deglutir los alimentos y articular los sonidos de la voz.
Si la lengua se mantiene rigida, es difícil que se puedan articular correctamente las palabras.
7. El paladar. Es conocido también como el cielo de la boca. Se divide en dos porciones, la anterior o paladar duro y la posterior o paladar blando. El defecto del paladar conocido como paladar hendido, es de origen congénito y consiste en una fisura que queda abierta de un extremo al otro del paladar, durante el proceso embrionario. Se corrige con operación y en algunos casos con el uso de prótesis.
Este defecto impide en gran manera una correcta pronunciación de las palabras como la ch, e, i, ll, etc.
8. El velo del paladar. Comúnmente conocido como la campanita, es otro órgano que interviene en el proceso de la voz, por tanto, debe ser protegido, y cuidado, para evitarle irritaciones producidas por comidas calientes u otros factores.
Nuestro vocabulario contiene múltiples palabras conformadas con letras velares como la j, g, k, las cuales no son pronunciadas adecuadamente si el velo está afectado.
9. Los alvéolos Son variadas las palabras conformadas por consonantes alveolares (l, s). Es alveolar toda pronunciación realizada aplicando la lengua a los alvéolos de los incisivos superiores.
Los alveolos están diseñados para sostener una fijación confiable de los dientes a la mandíbula.
Su estructura proporciona una posición estable de los dientes y elimina su desplazamiento y pérdida.
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Cristo te ama y me ama. Quiere que estemos en comunicación.