El día anterior Jesús había hecho la entrada triunfal a Jerusalén montado en un burrito como decía la profecía.
Debía hacer muchas cosas antes de su crucifixión y muerte el viernes.
Por eso desde el lunes agilizó su agenda y de ella resaltan estos dos episodios,:
1. La maldición de la higuera seca como simbología de la esterilidad de la fe.
Asi como una higuera no da frutos, el cristiano que no fructifica debe ser cortado y es vana su fe.
2. Expulsión del templo a los mercaderes.
Al llegar a Jerusalén, entró al templo y lo encontró lleno de comerciantes haciendo negocios.
Los echo, volcó las mesas y dijo que la casa de su padre fue convertida en cueva de ladrones.
Se cumplía así la escritura:
"Salmos 69:9 "El celo por tu casa me consume; sobre mí han recaído los insultos de tus detractores."
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Cristo te ama y me ama. Quiere que estemos en comunicación.