El precio de confesar a Cristo en pleno siglo XXI
La nefasta noticia de que seis ciudadanos libios afrontan la pena capital por haberse convertido al Evangelio nos llena de dolor y nos reconfirma como siempre la biblia cuando en
Mateo 5:10-12 nos dice
"Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. 12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros."
Igualmente, en 2 Timoteo 3:12, la palabra de Dios nos asegura: "Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución".
Los hermanos libios fueron detenidos el mes pasado por los servicios secretos del régimen de Trípoli, capital de Libia junto a dos norteamericanos en una escuela de idiomas de la ciudad.
El diario británico 'The Guardian' informó que los extranjeros fueron liberados y expulsados del país, pero que los libios se enfrentan tras supuestamente "confesar
su apostasía" a la pena de muerte.
Los seis musulmanes conversos al cristianismo han sido acusados bajo el artículo 207 del código penal, que castiga a quienes propaguen doctrinas contrarias «a los fundamentos del orden social» del país.
Desde la Caida del dictador Gadafi, el Pais se gobierna sin Constitución y enfocado en la intolerancia religiosa.
Una de las consecuencias de este desorden institucional es el auge del islam radical, que persigue a la minoría cristiana (copta, católica y protestante).
En su último informe, la principal ONG que mide esa realidad, 'Open Doors' (Puertas Abiertas) acusa a Turquía y Qatar de apoyar movimientos cuya meta es destruir el cristianismo.
Oremos para que el pueblo cristiano sea fortalecido y librado por el Dios de los cielos.
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