Nombre completo: Jonathan Edwards
Nacimiento: 5 de octubre de 1703, East Windsor, Connecticut
Fallecimiento: 22 de marzo de 1758, Princeton, Nueva Jersey
Educación: Universidad de Yale (ingresó con menos de 13 años)
Roles: Pastor congregacional, misionero entre los nativoamericanos, teólogo calvinista
Obras destacadas:
Pecadores en las manos de un Dios airado (sermón icónico del Primer Gran Despertar)
Religious Affections
La naturaleza de la verdadera virtud
Narrativa personal
Una historia de la obra de la redención
Influencia:
Figura clave del Primer Gran Despertar, un movimiento de avivamiento protestante en el siglo XVIII
Considerado el teólogo más brillante de Norteamérica por muchos académicos y predicadores como Martyn Lloyd-Jones
Su pensamiento combina rigor intelectual con profunda espiritualidad, destacando tanto el juicio divino como la gloria celestial.
Además de predicar, escribió obras que aún hoy se estudian por su profundidad teológica y filosófica.
Edwards no solo hablaba del juicio divino, sino también de la belleza de la santidad y la gloria de Dios.
Su legado sigue vivo en la teología reformada y en la historia del pensamiento cristiano.
Enseñaba que el verdadero arrepentimiento no es solo remordimiento por las consecuencias del pecado, sino una transformación del corazón que aborrece el pecado mismo.
En sus escritos sobre los Religious Affections, él advierte que incluso nuestras emociones religiosas pueden estar contaminadas por el orgullo, y por eso necesitamos arrepentirnos de nuestros arrepentimientos superficiales.
La frase como tal no aparece textualmente en sus obras conocidas, pero la idea sí: que el arrepentimiento genuino implica reconocer que incluso nuestras mejores intenciones pueden estar manchadas por el ego o el temor humano.
Algunos también atribuyen frases similares a George Whitefield, otro predicador del Gran Despertar, lo que ha generado confusión entre ambos.
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