Hablar en lenguas siempre ha sido un tema de controversia dentro de la iglesia cristiana.
Analizando esta frase del pastor cristiano estadounidense Adrian Rogers quien por demás le imprime un tono irónico, deducimos que no solo se refiere al don en si de hablar en otras lenguas como la Biblia lo señala, sino también al hecho de asociarlo a la llenura del Espiritu Santo y más contundentemente, el saber usar la lengua con corrección y sujeción.
Se entiende que hablar en lenguas es sinónimo de estar dentro de la voluntad del Espiritu Santo y ser usado por el espíritu mismo o como es más comúnmente conocido, ser bautizado en su presencia.
Lo que queda en nebulosa es el hecho real de que no todos los cristianos practicantes hablamos en lenguas, sencillamente porque no tenemos ese don que es tan apreciado en cultos y actividades cristianas públicas.
Está también en estudio la enseñanza del apóstol Pablo de que se necesita la figura de un intérprete de lenguas para que traduzca lo que el hablante en lenguas pronuncia y la iglesia sea edificada.
El apóstol aduce que quien habla en lenguas le habla a Dios y se refiere a misterios, pero si no es entendido, la comunicacion no suerte efecto.
Es tan riguroso Pablo que ordena callar a quien habla en lenguas si no es posible hacer una interpretación de lenguas.
Cuatro citas bíblicas especificas mencionan el hablar en lenguas:
Hechos 2:4: "Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen."
1 Corintios 12:10: "A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas."
1 Corintios 14:2: "Porque el que habla en lengua no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios."
1 Corintios 14:27-28: "Si alguno habla en lengua extraña, sea por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios."
En todo este espectro se produce un concepto que también ha sido considerado como controversial y prácticamente enfrentado a la fe cristiana; la glosolalia, fenómeno en el que una persona habla en un lenguaje que no es comprensible ni reconocible como un idioma conocido.
Este término se utiliza principalmente en contextos religiosos, psicológicos y lingüísticos y se asocia a menudo con prácticas espirituales o religiosas, como en el caso del "hablar en lenguas" en algunas tradiciones cristianas pentecostales o carismáticas.
En contextos no religiosos, la glosolalia también puede ocurrir durante episodios de trance o como parte de trastornos neurológicos o psicológicos. Es un tema fascinante que combina aspectos lingüísticos, culturales y psicológicos.
Se refiere que algunos estudios han demostrado que la glosolalia puede aprenderse y reproducirse intencionalmente. Por ejemplo, un estudio realizado con estudiantes mostró que, tras escuchar un ejemplo de glosolalia, un porcentaje significativo pudo imitarlo.
Recapitulando sobre la frase del pastor Adrian Rogers util es enfatizar en el don de expresarse en otras lenguas como edificación personal, pero también saber poner freno a la lengua que tenemos dentro de la boca que como define el también apóstol Santiago es un mundo de maldad.
De nada vale hablar en lenguas si no se sabe controlar lo que se dice cotidianamente a través del don que si es de casi todos los humanos, el del habla.
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Cristo te ama y me ama. Quiere que estemos en comunicación.