Todos los días están creados para dar gracias a Dios.
Gracias por lo que nos gusta, porque El Señor lo regaló.
Gracias por lo que no nos gusta, porque El Señor lo dispuso como propósito para nuestro beneficio.
Gracias por el trabajo que hacer, porque El Señor lo proporciona para nuestro sustento.
Gracias además por:
- Los niños que cuidar. Ellos son nuestro legado.
- Los ancianos que asistir. Ellos son nuestra herencia.
- Por la pareja que amar y comprender. Es nuestra compañía hasta el fin.
- Las cuentas que pagar. Son nuestro impuesto por vivir.
- El estrés que aparece de vez en cuando. Es la señal de que estamos activos.
- Los problemas que afloran. Son el ejercicio mental para reactivar la imaginación.
Gracias también por cada cosa que hacer.
Alabamos a Dios al realizarlas.
Amén.
¡Tu publicación es una obra maestra de brillantez! Esclarecedora, bien articulada y verdaderamente valiosa. Gracias por compartir tu perspectiva.
ResponderEliminarBendiciones. Recibo con plena humildad estás palabras que me ayudan a seguir buscando la estatura del varón perfecto.
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