La historia del origen del Día De Acción De Gracias o Thanksgiving en inglés tiene varias versiones, pero esta es la más popular.
La tradición indica que la celebración se remonta a inicios del año 1620 en la región que es hoy Plymouth, Massachusetts, Estados Unidos, cuando un barco inglés llamado 'Mayflower' llegó desde Inglaterra a esta localidad, ubicada al noreste de la región, portando102 pasajeros y 30 tripulantes conocidos como “Los Padres peregrinos”.
Eran ciudadanos ingleses no identificados con la iglesia puritana y se refugiaban de las persecuciones religiosas de la iglesia anglicana, así como de la inestabilidad política que se vivía en Europa.
Los recién llegados, como grupo religioso estaban descontentos con el ambiente político-religioso de su país y decidieron emigrar, primero a Leiden (Países Bajos) en 1609 y luego al Nuevo Mundo, América en 1620.
La denominación “Peregrinos” para designar a estos colonos surgió en el siglo XIX, asociándolos con el pasaje bíblico del libro 1 Crónicas 29:15 "Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días sobre la tierra, cual sombra que no dura.
El invierno norteamericano sin embargo, resultó muy crudo para los ingleses quienes comenzaron a pasar penurias alimenticias y enfermedades epidémicas cómo la tuberculosis.
La mitad de los llegados murieron, pero los indígenas nativos de la tribu Wampanoag, los enseñaron a sembrar y cosechar la tierra, pescar y cazar al estilo americano en el asentamiento en el que se habían establecido.
Los peregrinos habían cargado biblias, herramientas, armas y animales domésticos para empezar una vida en su nuevo hogar.
"Agradecer por los regalos del creador siempre había sido parte de la vida de los nativos indios Wampaonag", cuenta en su página web el museo Plimoth Plantation, en Massachusetts.
Ya para el otoño siguiente, en 1621, después de una exitosa cosecha, el nombrado como gobernador de la colonia organizó una fiesta para invitar a los indígenas que los habían ayudado a una comida, como muestra de su agradecimiento.
A partir de ahí se inicia la costumbre de dar gracias a Dios cada año en otoño por la provisión de Dios.
El nacimiento oficial del Día de Acción de Gracias como festividad es la decisión que tomó el presidente Abraham Lincoln en octubre de 1863, en medio de la Guerra de Secesión.
El gobernante ordenó celebrar Acción de Gracias luego de una campaña de la poeta y editora Sarah Josepha Hale, que había leído sobre el banquete de los colonizadores y los nativos de 1621.
El diario The Washington Post, reseña que Lincoln tomó lo que había sido una festividad dispersa en el país y la convirtió en un feriado nacional.
Este hecho se volvió una tradición anual, se expandió por el territorio y hoy en día es todo un acontecimiento nacional, celebrado con más entusiasmo que la misma navidad.
Esta fiesta se celebra en varios países del mundo en diferentes fechas, pero con el mismo espíritu: agradecer a Dios por las bendiciones recibidas.
En EE. UU. se festeja el cuarto jueves de noviembre cuando las familias se reúnen en sus casas y preparan un banquete.
Antes de la comida, los hogares creyentes oran en agradecimiento a Dios por los alimentos en la que el pavo es el plato principal y se sirve relleno y cocinado al horno.
La palabra “gracias” aparece numerosas veces en la Biblia. En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo escribió al menos 46 veces acerca de dar gracias.
Pablo nos anima a dar gracias y leemos en 1 Tesalonicenses 5:18: “Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús para con vosotros”.
La pregunta es ¿porque debo agradecer ante las cosas que perturban mi vida?
Romanos 8:28 da la respuesta: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
El agradecimiento es la llave que nos lleva a la paz de Dios.
Filipenses 4:6-7 dice: “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”
Amigos y hermanos aprendamos a ser agradecidos por lo que tenemos y no sufrir por lo que nos haga falta.
Demos gracias a Dios porque El decidió hacernos nacer.
Fuimos el espermatozoide que fecundó el ovulo en el vientre y por eso nacimos y además gritamos cuando sentimos el calor del nuevo mundo.
Demos gracias a Dios porque hoy abrimos los ojos y pudimos sentir lo que nos rodea.
Demos gracias a Dios porque no tenemos que poner en el presupuesto el aire que respiramos. El nos lo regala.
Demos gracias a Dios porque no estamos solos, hay familia, amigos, vecinos y hasta conocidos.
Demos gracias a Dios:
Por la ropa sucia, porque indica que tenemos con que vestirnos.
Por los trastes que fregar, porque es señal de que tuvimos con que comer.
Por la casa que limpiar, porque indica que Dios nos provee sitio donde vivir.
Demos gracias a Dios por el trabajo que no nos gusta, pero que sin el no podríamos cumplir nuestras obligaciones.
Demos gracias a Dios por los niños traviesos, que con su energía nos recuerdan que están sanos y que cuando seamos viejos no moriremos solos.
Demos gracias a Dios, porque Él nunca cambia, Él no se muda, Él no falla, Él no miente, Él nos cuida. |
Feliz día.
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Cristo te ama y me ama. Quiere que estemos en comunicación.