LAS MUJERES EN EL MINISTERIO DE JESÚS

Cuando Jesús nació en el establo de Belén estaba una mujer, su madre María.

Cuando Jesús expiró en la cruz del calvario, estuvieron 'las 3 Marías' : "su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena. (Juan 19:25).

Cuando Jesús resucitó. Según el evangelio de Mateo, estuvieron dos mujeres: María Magdalena y la otra María; según el evangelio de Lucas, estuvieron: María Magdalena, Juana, María la madre de Santiago y las otras mujeres; según Marcos, fueron tres mujeres: María Magdalena, María la madre de Santiago y Salomé; el evangelio  de Juan solo menciona a María Magdalena. 

El asunto es que las primeras que llegaron a la tumba de Jesús y fueron testigos de la tumba vacía fueron las discípulas que según el evangelio de Lucas habían seguido a Jesús desde Galilea (8,2-3).    

Cada 8 de marzo conmemoramos las gestas que a través de los años han librado las mujeres de todo el mundo en aras de la reivindicación de sus derechos humanos y sociales .

Se han alcanzado metas y se ha ensanchado la visión femenina. Sin embargo, la mayoría de los objetivos siguen pendientes de lograrse.

No obstante, hay una misión trascendente que debe ser alcanzada porque tiene efectos no solo en la mujer sino también en la familia y la sociedad: la libertad absoluta en Cristo Jesús.

Y es que aferrarse a Jesús, es la mayor muestra de fortaleza que puede exhibir una mujer, porque El sí dio a la mujer el sitial que merece.

El maestro favoreció a la mujer en todo momento, en una época de machismo radical. Su ministerio contó con ellas y ellas contaron con El.

Féminas protagonistas de la biblia son el testimonio vivo de que ayer y hoy encontrarse con Jesús es sinónimo de cambio favorable y vida eterna.

Así le ocurrió a María y Marta, las hermanas del resucitado Lázaro del pueblo de Betania en Judea.

A la despreciada mujer Samaritana, que se encontró con Jesús en el pozo, para convertirse en la primera predicadora del reino de los cielos.

A la viuda de Nain  que perdió a su único hijo y vió la gloria cuando el Maestro lo resucitó.

A la pecadora que le ungió los pies y recibió por ese gesto de arrepentimiento la salvación eterna.

A María Magdalena y las mujeres que le servían de sus bienes, representantes de las mujeres empoderadas para el mayor propósito de la humanidad.

A la mujer que tocó el borde de su manto y vió cesar el flujo menstrual que durante 12 años azotó su vida.

A la mujer sorprendida en adulterio, liberada física y espiritualmente por el único sobre la tierra que podía condenarla.

A la mujer severamente encorvada quien durante un servicio de día de reposo fue enderezada a la vista de todos.

A la niña que fue resucitada. La "talita cumi', de 12 años que regresó a la vida para reforzar la fe de todo un pueblo.

A María su madre, seguidora y portadora de sus Buenas Nuevas.

Este Día Internacional de la Mujer la aspiración es, que sea renovado el proyecto de formar e informar a las mujeres para que crezcan en su verdadera naturaleza conforme a los propósitos de Dios, entendiéndola como el eje central de la familia, ya que una mujer equilibrada es el estandarte de una familia sana.