Hay quienes hablan de Dios y quiénes conocen a Dios.
Nuestra visión es conocer a Dios para poder hablar de su palabra.
Nuestra misión es conocer la palabra de Dios, para poder hablar del Dios de la palabra.
Estamos viviendo la era de la comunicación y la información, pero nunca habíamos estado tan incomunicados ni tan desinformados.
Incomunicados porque la tecnología ha cambiado el diálogo interpersonal por chateos, videos y bots.
Desinformados porque los programas de inteligencia artificial y las fake news (noticias falsas) crean informaciones erróneas que parecen reales y no se sabe ya que es verdad y que es mentira.
Somos hijos del Dios comunicador que hizo toda la creación con su palabra y el aliento de su boca como dice el salmo 33:6.
Dios habló en el huerto con Adán y Eva. Habló con Abraham como un amigo. Habló con Noé con instrucciones precisas para construir un arca. Habló con Moisés cara a cara, habló con los profetas y sacerdotes, habló con los reyes y con los guerreros sin escatimar condición ni posición social.
Le habló a la esclava Agar y al desobediente Balaam. Habló a todos desde el cielo presentando a su hijo amado y hoy sigue hablando a esta generación rebelde.
Nuestro Señor Jesús habló como Dios y habló como hombre. Habló con todos. Con redimidos y pecadores, con judíos y gentiles, con reyes y servidores, con gobernantes y gobernados, con quienes le amaron y con quiénes le odiaron.
Su Sermón del Monte, es la joya máxima de la oratoria y cada palabra que pronunció se convirtió en tal referente de vida, que dividió la historia en dos: Antes de Cristo y Después de Cristo.
Pretendemos hablar como el apóstol Pablo, 'con denuedo', esto es, con energía y pasión.
Por esto hemos desarrollado el curso taller, "Hablar para Conmover, convencer y convertir" con la intención de conformar un equipo comunicacional eficiente para elaborar un mensaje entendible y persuasivo, capaz de producir gente conmovida, convencida y convertida.
Hablaremos de por qué es tan importante la comunicación oral en una época donde la conversación ha sido sustituida por los videojuegos, las redes sociales, los youtubers y los ticktokers, llevando a muchas personas a preferir textualizar una charla en lugar de expresarse oralmente.
Enfocaremos la versatilidad de la escucha activa. Esto es desarrollar la capacidad de escuchar que no es lo mismo que oír.
Haremos hincapié en varios autos que necesitamos adquirir si aún no los tenemos o cuidar si ya están en nuestro poder.
No me refiero a Toyota, ni Honda. Me refiero a:
Autoconocimiento, es decir, conocer fortalezas y debilidades, oportunidades y amenazas.
Autoestima, saber que somos una perla preciosa de Jehová y no debemos subestimarnos ni sobreestimarnos.
Autoequilibrio, sostener una proposición tripartita: tiempo devocional con Dios, tiempo con la familia y tiempo con el trabajo.
Automotivación, Estar preparado para las grandes batallas, conscientes de que Dios dirige nuestro accionar.
Autoliderazgo, disponer de la habilidad y capacidad de guiarnos a nosotros mismos tomando las decisiones necesarias para alcanzar los objetivos, independientemente de las circunstancias externas.
Trataremos sobre la comunicación verbal y la comunicación no verbal, la dicción, la entonación, la fluidez, el tono, el timbre, la intensidad, las inflexiones, la flexibilidad, uso y cuidado de la voz, la respiración, el emisor y receptor del mensaje, el temor escénico y guías para preparar y ofrecer géneros como el discurso y la conferencia.
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Cristo te ama y me ama. Quiere que estemos en comunicación.