La navidad con sus luces y colores inunda de alegría el final de cada año.
La recordación del nacimiento del hijo de Dios, Jesús, es tradicional en la parte occidental del mundo dada nuestra fe y creencia en el nacimiento del cristo encarnado.
La imagen clásica del camino desde Nazaret a Belén y de la historia más bella del mundo, es la del pesebre. María a punto de dar a luz camino a Belén, montada en un burrito o asno teniendo a su lado a José.
De hecho, aunque no está escrito en la Biblia, la tradición refiere que al llegar María la madre de Jesús a Belén (lugar profético del nacimiento del Mesías) acompañada de José, lo hizo montada en un burrito.
Una de las más emblemáticas de todas las representaciones del Señor Jesús; su entrada triunfal a Jerusalén aconteció montado en un pollino de asna o burrito.
No creo en coincidencias, pero si en “diosidencias” y es impresionante que el nacimiento del niño Jesús y el camino a Jerusalén que marcó el inicio de la trayectoria de la muerte del maestro tengan en medio un animalito a quien hemos desdeñado, tildado de bruto y acusado de terco, el burro.
Esta especie conocida también como asno está muy distante del concepto sociocultural que muchas veces se le asigna.
Por lo menos 18 versículos bíblicos se refieren al burro o asno y pienso que después de la oveja y el león, es el animal que más se menciona en la Biblia.
El asno o burro es un animal doméstico, más pequeño que el caballo y de orejas largas.
Los asnos son mansos, dóciles, inteligentes y muy fuertes físicamente.
La entrada triunfal en Jerusalén en un burro pollino.
Este es uno de los pasajes más trascendentales de la Biblia y figura en los 4 evangelios: Mateo 21:1-7; Mr. 11.1-11; Lc. 19.28-40; Jn. 12.12-19).
Leamos la versión de Mateo 21:
“Cuando se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió dos discípulos, 2 diciéndoles: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella; desatadla, y traédmelos. 3 Y si alguien os dijere algo, decid: El Señor los necesita; y luego los enviará. 4 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: 5 Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna, Sobre un pollino, hijo de animal de carga. 6 Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó; 7 y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima.”
Y surgen preguntas interesantes con respecto a este singular acontecimiento de la entrada triunfal a Jerusalén.
1. ¿Por qué el rey de gloria entró precisamente en un burro y no en un majestuoso caballo o un carro tirado por animales?
2. ¿Qué es un pollino de asna, por qué el Señor mandó a buscar ese pollino en un sitio específico, que significa que estuviera el pollino con su madre y estuvieran atados?
3. ¿Y por qué Jesús escogió este pollino que no había sido montado nunca?
Varias meditaciones:
1. Se entiende al burro como un animal de trabajo y de paz contrario al caballo, que es un animal de guerra, de competencia e imponente figura.
Estableció así Jesús un mensaje de humildad entrando por la ciudad como un rey centrado en el amor y no en el poder militar ni político.
Con esta entrada montado en un burrito joven el maestro proyectaba la idea central de su ministerio, el reino de los cielos, el cual fue recibido con palmeras y ramos no con lanzas y espadas.
2. Un pollino de asna es la cría de asno o un asno joven. Se cumplió aquí una promesa profética de Zacarías 9:9 "Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.”
3. Sobre el pollino que estaba atado en la casa de su dueño al lado de su madre, esta representación es a mi humilde juicio una manifestación de que el Señor Jesús rompe todas las ataduras.
Cristo liberta, cristo limpia, cristo rompe las cadenas.
Meditación: Hemos hecho este paralelo entre un animal de carga, de tiro y de transporte que no ha sido valorizado en nuestros días.
Es más, ha sufrido el desprecio y la burla y hoy podemos apreciar todo su valor antiguo y actual.
Cristo mandó a sus discípulos a desatarlo y traerlo para en sus lomos entrar en Jerusalén.
Resalta que este burrito o pollino nadie lo había montado, el Señor lo quería así, sin cargas, sin montadura, como hoy llamaríamos 0 kilómetros.
Si quizás te has sentido cargado, abusado, subestimado, sin presente ni futuro, es hora de darte cuenta de que has estado cargando penas, pero Jesús te desata como a este pollino, te hace nuevo como él y te hace entrar triunfante a una nueva forma de vida.
Esta navidad celébrala al estilo de Jesús, festejándola con él, que es el real y eterno festejado.
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Cristo te ama y me ama. Quiere que estemos en comunicación.