La Biblia está llena de parábolas fascinantes y cada una de ellas ofrece lecciones profundas.
Esa parábola, que se encuentra en el Evangelio de Mateo (13:44), es una metáfora poderosa sobre el valor incomparable del Reino de los Cielos.
El tesoro escondido representa el Reino de los Cielos, algo de un valor tan inmenso que, al descubrirlo, una persona estaría dispuesta a renunciar a todo lo que posee para obtenerlo.
El acto de vender todo lo que tiene simboliza el sacrificio y la dedicación necesarios para alcanzar este reino.
La alegría del hombre al encontrar el tesoro refleja la profunda satisfacción y el gozo espiritual que se experimenta al descubrir y vivir en el Reino de Dios.
En resumen, la parábola nos enseña que el Reino de los Cielos es un tesoro de valor incalculable, y que vale la pena hacer cualquier sacrificio para alcanzarlo.
Nota importante: Este es el único tesoro que perdura por la eternidad y por tanto lo llevamos al morir.
Los demás bienes los dejamos aqui. No hay forma de sacarlos de este mundo.
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Cristo te ama y me ama. Quiere que estemos en comunicación.