Nacimos para adorar y alabar al Dios creador de todo lo que existe.
Fuimos creados por y para su gloria y si no le adoramos a EL, terminaremos amando y adorando cualquier cosa.
El ser humano sin Dios busca desesperadamente algo que llene sus espacios vacíos y lo llena con dinero, fama, poder, deseo, vicios y cosas materiales que lejos de saciar, siguen abriendo cada vez más el hoyo existencial, porque solo Dios puede dar sentido a la existencia.
Si el dinero saciara, los ricos se conformaran, pero es todo lo contrario, se desvelan pensando en que necesitan más y en como lo van a resguardar.
Recordamos el caso de Cristina Onassis, la heredera multimillonaria quien dijo, “soy tan pobre que solo tengo dinero”.
Si el poder diera la felicidad, la gente enquistada en los centros de dominio no luchara desesperadamente por mantenerse y casos hay de personajes que ya teniendo todo lo material del mundo no pueden apartarse en paz a descansar y disfrutar las cosas que obtuvieron porque su dios es la avaricia y la codicia.
Si el deseo, la vanagloria, y la belleza fueran la solución a los vacíos existenciales, no habría tanta gente deprimida y solitaria y queriendo resarcir su vida oscura con operaciones estéticas y procedimientos que le alejen de aceptar sus años y su vida misma.
Un ejemplo patético de falsa plenitud son las drogas. Como no solucionan lo que la gente necesita cada vez usan sustancias con mayor poder y en más cantidad, hasta el punto de morir por sobredosis.
Solo Dios basta.
Los cantantes son ejemplo de cuanta falta hace Dios en la vida humana y muchos de ellos de alguna manera u otra, sin ser cantantes cristianos consagrados le cantaron al Dios verdadero y extraordinario.
Estos son algunos de ellos:
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Cristo te ama y me ama. Quiere que estemos en comunicación.