Presento esta síntesis del caso de Rubén Castro.
Lo tomo de ejemplo ante la gente que lo justifica con la frase "Dios odia el pecado, pero ama al pecador".
Esto no es bíblico.
Dios odia el pecado porque es lo opuesto a su naturaleza porque él es santo, porque el pecado nos separa de él, porque el pecado nos engaña y porque él no habita dónde está el pecado.
El Señor del universo no se contradice ni su palabra, la Biblia, tampoco. Dios ama "al pecador arrepentido", no al que hace lo que quiere y no le importa, ni al que comete faltas y pide perdón como costumbre.
Una cosa es pecar y otra distinta es practicar el pecado... Y esto es un pecado.
1 Corintios 6:9-10 9 "¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios."
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Cristo te ama y me ama. Quiere que estemos en comunicación.