Engaños en la Biblia: La Mentira Primordial y sus ecos en la historia sagrada

La Biblia contiene numerosos relatos de engaños que revelan la complejidad de la naturaleza humana y las circunstancias morales de las sociedades a lo largo del tiempo.

Sin embargo, por encima de todos los engaños humanos habidos y por haber, se encuentra “el Gran Engaño”, la mentira primordial de Satanás que introdujo la separación entre Dios y los hombres, y con ella, la muerte en la creación perfecta de Dios.

El Engaño Primordial: Satanás y la Humanidad

Satanás, el padre de la mentira, perpetró el engaño más devastador de toda la historia.

Desde el Jardín del Edén hasta el Apocalipsis, las escrituras revelan un engaño cósmico que trasciende todos los demás.

Jesús lo identifica con estas palabras:

“Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.” (Juan 8:44)

Este engaño maestro se manifiesta en múltiples niveles:

En el Edén: “No moriréis” (Génesis 3:4-5) — la primera mentira que prometía conocimiento divino pero trajo muerte espiritual y física.

A lo largo de la historia: Inspirando idolatría, rebelión y religiones falsas que alejan al hombre de Dios.

En el fin de los tiempos: “Engañará a las naciones” (Apocalipsis 20:3, 8) en la última gran decepción.

El apóstol Pablo advierte que Satanás “se disfraza como ángel de luz” (2 Corintios 11:14) y que, en los últimos días, vendrá “con gran poder y señales y prodigios mentirosos” (2 Tesalonicenses 2:9).

Este engaño trasciende lo humano: representa la batalla cósmica entre la verdad y la mentira, entre la vida y la muerte.

Todos los demás engaños registrados en las Escrituras son, en cierta medida, ecos o manifestaciones de este engaño primordial, mostrando cómo la mentira se infiltró en la condición humana desde la Caída.

Engaños en el Antiguo Testamento

En el Génesis

Satanás engaña a Eva: “No moriréis…” (Génesis 3:4-5).
Caín intenta engañar a Dios: “¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?” (Génesis 4:9).
Abraham y Sara: Abraham miente diciendo que Sara es su hermana (Génesis 12:10-20; 20:1-18).
Isaac repite el engaño: También dice que Rebeca es su hermana (Génesis 26:6-11).
Rebeca y Jacob: Engañan a Isaac para obtener la bendición de Esaú (Génesis 27:1-29).
Labán engaña a Jacob: Le da a Lea en lugar de Raquel (Génesis 29:21-25).
Jacob engaña a Labán: Manipula la reproducción del ganado (Génesis 30:37-43).
Raquel engaña a su padre: Esconde los ídolos familiares (Génesis 31:19, 34-35).
Los hermanos de José: Fingen su muerte (Génesis 37:31-35).
José engaña a sus hermanos: Los pone a prueba en Egipto (Génesis 42–44).
Judá es engañado por Tamar: Ella se disfraza para obtener justicia (Génesis 38:13-19).

Otros libros del Antiguo Testamento

Los ejemplos abundan:

Rahab protege a los espías mediante engaño (Josué 2:1-7).
Los gibeonitas fingen ser viajeros lejanos (Josué 9:3-15).
Ehúd y Jael usan astucia para liberar a Israel (Jueces 3 y 4).
Dalila engaña a Sansón (Jueces 16:4-20).
David, Absalón, Micol y Husai recurren a engaños estratégicos.
Acab y Jezabel usan falsos testigos contra Nabot (1 Reyes 21).
Ananías el falso profeta contradice a Jeremías (Jeremías 28).
Giezi miente a Naamán (2 Reyes 5:20-27).
Amán engaña al rey Asuero (Ester 3:8-11).
Ester oculta su identidad judía hasta el momento decisivo (Ester 2:10; 7:3-6).

En total, más de 50 casos directos de engaño aparecen en el Antiguo Testamento, cada uno reflejando la tensión entre la astucia humana y la verdad divina.

Engaños en el Nuevo Testamento

En la vida de Jesús

Satanás tienta a Jesús en el desierto (Mateo 4:1-11).
Herodes engaña a los magos (Mateo 2:7-8).
Los magos engañan a Herodes (Mateo 2:12) Advertidos por Dios en sueños, regresan por otro camino.
Judas traiciona con un beso (Mateo 26:47-50).
Pedro niega a Jesús (Mateo 26:69-75).
Los soldados son sobornados para mentir sobre la resurrección (Mateo 28:11-15).

En la iglesia primitiva

Ananías y Safira mienten al Espíritu Santo (Hechos 5:1-11).
Simón el mago intenta comprar el poder divino (Hechos 8:18-24).
Falsos maestros tuercen el evangelio (2 Corintios 11:13-15; Gálatas 1:6-9).
Pablo advierte: “Los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor” (2 Timoteo 3:13).

Categorías de Engaño

Por supervivencia o protección: Abraham, Isaac, Rahab, David, los magos
Por ambición o codicia: Jacob, Absalón, Ananías y Safira, Judas.
Por venganza o justicia: Tamar, Jael, Ehúd.
Por estrategia militar: Los gibeonitas, los israelitas en batalla.

Lecciones y Reflexiones

Los relatos bíblicos de engaño no siempre se juzgan con la misma severidad.

Algunos son claramente pecaminosos (como el de Ananías y Safira), mientras que otros se muestran de forma ambigua o incluso positiva (como el de Rahab).

Aun así, todos palidecen ante el engaño cósmico de Satanás, la fuente de toda mentira y corrupción moral.

El patrón bíblico enseña que, mientras los hombres engañan por miedo, ambición o desesperación, el enemigo lo hace con un propósito: destruir la relación entre Dios y la humanidad.

“El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”
(Juan 10:10)

Verdades que la Biblia nos enseña sobre el engaño

La universalidad del pecado: Todos somos vulnerables a la mentira desde la Caída.
La soberanía de Dios: Aun a través del engaño humano, Él cumple sus propósitos.
La necesidad del discernimiento: “Probad los espíritus si son de Dios” (1 Juan 4:1).
La victoria final de la verdad: Cristo es “el Camino, la Verdad y la Vida” (Juan 14:6).
La esperanza de redención: Incluso los engañadores pueden hallar perdón y transformación.